Presentación CORECO

Presentación de la Comisión de Apoyo a la Unidad y Reconciliación Comunitaria
8 de julio de 1996

1. OBJETIVO DE LA CONFERENCIA DE PRENSA

El objetivo de esta invitación es el dar a conocer a la opinión pública nacional e internacional, a las comunidades y regiones indígenas de Chiapas y a las distintas organizaciones sociales y políticas una iniciativa conjunta entre ALIANZA CÍVICA NACIONAL, LA RED NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS “TODOS LOS DERECHOS PARA TODOS” Y LA DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS. Tal iniciativa conjunta se refiere a la integración de una comisión que ha iniciado ya su trabajo y que pretende contribuir en la búsqueda de soluciones a una serie de conflictos intracomunitarios y regionales en varios lugares de Chiapas.

Se trata de LA COMISIÓN DE APOYO A LA UNIDAD Y RECONCILIACIÓN COMUNITARIA, cuyos miembros son:

  • Por ALIANZA CÍVICA NACIONAL: Elizabeth Polito.
  • Por LA RED “TODOS LOS DERECHOS PARA TODOS”: Leonardo González.
  • Por LA DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS: Eva Soto H., Gustavo Andrade y Felipe Toussaint.
  • Y un equipo operativo de apoyo.

2. CONTEXTO EN QUE SURGE ESTA INICIATIVA

En Chiapas, en los últimos veinte años se han registrado conflictos recurrentes. En estos años, Chiapas se ha visto envuelto en una crisis política y social que ha originado inestabilidad política, en casi todos los municipios del Estado. Estos conflictos tienen su origen en la desigualdad social, cuya causa es la injusta y arcaica estructura social. Esta situación ha permitido que diversos grupos se organicen y edifiquen sus propias organizaciones para reclamar sus derechos. En este camino han encontrado, como respuesta a sus reclamos, la violencia.

La violencia ha adquirido rasgos estructurales e institucionales porque son parte de la vida cotidiana de los chiapanecos. Ella proviene de los grupos que se oponen a un cambio sustancial del modelo económico, político y social vigente; se expresa en la persecución, el encarcelamiento y los asesinatos contra dirigentes, campesinos e indígenas, lo cual ha repercutido en la vida interna de las comunidades y de sus organizaciones.

Por otra parte, la presencia del ejercito ha constituido un factor más de desestabilización y descomposición de las organizaciones sociales y de las comunidades. En todos estos años de violencia se ha deteriorado hondamente el tejido social de muchas comunidades chiapanecas. Hoy se dividen entre las que apoyan al ejercito y las que se oponen a su presencia; entre las que apoyan al Estado Mexicano y su proyecto de Nación y las que quieren un cambio que les garantice una mayor justicia y dignidad de seres humanos. Estas diferencias y contradicciones se convierten en confrontación, cuando las instancias encargadas de favorecer la democrática participación de la ciudadanía y la imparcial impartición de justicia, actúan de forma discrecional y excluyente a favor de sus seguidores.

La confrontación entre las comunidades y organizaciones es cada día más común, las diferencias políticas e ideológicas han ocasionado, incluso, el enfrentamiento físico. En esta situación conflictiva participan individuos, grupos, organizaciones y comunidades de diversa naturaleza y motivación. En los últimos días, Chiapas se ha visto envuelta en acontecimientos violentos sumamente preocupantes, como los ocurridos en la región norte del Estado. Estos hechos han evidenciado nuevamente la existencia de grupos armados de corte paramilitar y que al parecer actúan impunemente.

La agudización de los conflictos entre las comunidades y organizaciones hace urgente la búsqueda y el fortalecimiento de puentes que favorezcan la comunicación entre cada uno de los actores involucrados.

Entendemos que en la sociedad existen contradicciones, intereses diversos, confrontaciones ideológicas, diferentes proyectos económicos y políticos. Pero el dirimir las diferencias y buscar el bien común de la sociedad, lo cual el Estado debe garantizar, no puede lograrse si esto se pretende hacer eliminando al que es contrario. Esto no lleva a ninguna superación de la grave crisis que vivimos, al contrario, la ahonda y la llena de dolor, desconcierto y sufrimiento.

Precisamente el sufrimiento del pueblo es el punto de partida que nos llevó a reflexionar sobre la necesidad de crear un espacio de mediación que busque la unidad y reconciliación, y que posibilite el diálogo y el encuentro fraterno, para hallar caminos que nos conduzcan al establecimiento de nuevas relaciones de convivencia en una perspectiva de respeto, tolerancia y trabajo común.

3. DECLARACIÓN CONJUNTA

La Red Nacional de Derechos Humanos “Todos los derechos para todos”,  Alianza Cívica Nacional, y la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas.

Preocupados por la situación descrita, por lo que ella está significando en términos de confrontación y división al interior de varias comunidades y regiones, y conscientes de que este deterioro no contribuye a la necesaria unidad para la búsqueda de alternativas a la grave situación:

Estas tres instancias hemos decidido, de manera plural y conjunta, fortalecer nuestra contribución en la búsqueda de la unidad y la reconciliación. Para ello hemos creado esta Comisión.

Confiamos en que nuestro aporte fortalece un proceso de unidad y reconciliación, que ya está en marcha gracias a la voluntad de los pueblos y organizaciones. Confiamos, también, que este aporte fortalece la vía política, la vía del diálogo hacia la paz con justicia y dignidad.

Nuestra iniciativa tiene como base la voluntad de los pueblos y organizaciones, su esfuerzo y su búsqueda. Llamamos a continuar con esas iniciativas y nos sumamos con el trabajo de esta Comisión.
Es así como manifestamos lo siguiente:

A)    NOS SOLIDARIZAMOS Y SALUDAMOS:
Con la profunda voluntad de unidad, reconciliación, búsqueda y respeto, que existe en cada una de las comunidades indígenas de Chiapas, independientemente de su filiación política o creencia religiosa. Esta voluntad existe y tiene raíces profundas en la propia historia de los pueblos, en su sabiduría, en su resistencia demostrada: baste con dialogar y escuchar a sus hombres y mujeres, para descubrir -por encima de todo intento divisionista- la fuerza de esta voluntad.

Sin esta base la unidad y la reconciliación no serían posibles
Sin esta base la vía política no tendría futuro.

Tal voluntad se ha traducido en hechos, se funde con el claro deseo y esfuerzo de las dirigencias de las distintas organizaciones sociales y políticas de Chiapas que ven el grave deterioro y han actuado consecuentemente.  Destacamos como ejemplos:

  • Los recientes acuerdos de colaboración para el control del tráfico y consumo de bebidas alcohólicas, de actos de delincuencia, etc…. celebrados entre las bases de la Aric Unión de Uniones, Aric Independiente y EZLN en una de las cañadas de Ocosingo.
  • Los muy recientes acuerdos de unidad realizados entre los ejidos San Jerónimo y San Sebastián en Bachajón, municipio de Chilón.
  • Los últimos y fructíferos acuerdos de respeto y colaboración realizados entre comunidades pertenecientes a Xinich` y comunidades organizadas independientemente del municipio de Palenque.
  • Y un buen número de iniciativas y esfuerzos anónimos que ocurren en las comunidades.

Lo anterior habla de que EXISTE UN ESFUERZO Y UNA BÚSQUEDA DE UNIDAD Y RECONCILIACIÓN EN MARCHA. Un proceso que requiere ser reconocido y fortalecido; ya que topa con un sinnúmero de obstáculos, de intentos de divisionismo y confrontación, como lo son: -entre otros- los grupos armados de corte paramilitar, tolerados y estimulados que operan en distintos puntos de la geografía chiapaneca. Es, entonces, necesario abrir paso a la pluralidad, al respeto y a la búsqueda de soluciones.

B)  EXHORTAMOS:

A todas las comunidades y regiones y a las distintas organizaciones Sociales y Políticas: a redoblar la búsqueda, a tomar nuevas iniciativas de unidad y reconciliación, a analizar los problemas que dividen los pueblos, a escuchar a todos, a fortalecer el respeto, a nombrar comisiones, a difundir la conciencia de la necesaria unidad y reconciliación para continuar la búsqueda, a buscar pues, entre todos, una salida, un acuerdo. A demostrar, a seguir demostrando: QUE LOS PUEBLOS INDÍGENAS, QUE LA SOCIEDAD CIVIL SOMOS CAPACES DE ENCONTRAR SOLUCIONES.

C) NOS SUMAMOS:
Queremos contribuir y fortalecer, más eficazmente, este proceso de unidad y reconciliación en marcha. Es por ello que el día de hoy damos a conocer esta iniciativa conjunta. Esta COMISIÓN DE APOYO A LA UNIDAD Y RECONCILIACIÓN COMUNITARIA, que ya ha comenzado su trabajo:

  • Ya nos hemos acercado a algunas regiones a escuchar versiones distintas de ciertos problemas y hemos encontrado posibilidades de solución que, entre todos, vamos a ir construyendo.
  • Hemos platicado con las dirigencias de algunas organizaciones -nos faltan muchas- y hemos encontrado toda la disponibilidad y ofrecimientos de colaboración.
  • Hemos diseñado un método que se ha enriquecido con las iniciativas de los pueblos. Es posible ir creando una metodología de la unidad y la reconciliación.
  • Sin embargo, esta comisión considera necesaria la participación de la Comisión Nacional de Intermediación en este esfuerzo conjunto. Dada su valiosa experiencia de Mediación y su prestigio moral en el proceso de paz  invitamos a la CONAI a sumarse y aportar su indispensable colaboración.

4.  CRITERIOS METODOLÓGICOS
Para utilidad de las distintas comunidades y regiones, agregamos también algunos de los criterios metodológicos que guían nuestro trabajo:

    a) Se basa en la profunda voluntad de unidad y reconciliación.
    b) Parte del interés de las comunidades y organizaciones.
    c) Cuenta con la voluntad expresa de los grupos.
    d) Utiliza del diálogo abierto y plural.
    e) Cree en la capacidad de las comunidades para solucionar sus conflictos.
    f) Requiere del mutuo respeto.
    g) Reconoce la nueva realidad de pluralidad y tolerancia.

La tarea es compleja, pero con la suma de esfuerzos y voluntades será menor.
RED NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS «TODOS LOS DERECHOS PARA TODOS”
ALIANZA CÍVICA NACIONAL
DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS.

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