Palabra tejida de nuestra experiencia a partir de los encuentros anuales de 2005 a 2017
Como organización de la sociedad civil, a lo largo de 23 años hemos trabajado con comunidades indígenas y campesinas que ya realizan algún trabajo de construcción de la paz o que están interesadas en animar este trabajo en sus comunidades. En el año de 2017 celebramos que los Encuentros de Constructores y Constructoras de Paz y Reconciliación cumplieron 13 años de realizarse.
A partir de todo este caminar se realizó una sistematización y posteriormente un folleto que recoge la palabra de los participantes en estos encuentros en torno a tres temas:
1) La realización de los encuentros,
2) el análisis de la realidad en la que trabajan los constructores y constructoras de paz y reconciliación y
3) el trabajo de los constructores y constructoras de paz y reconciliación en sus comunidades.
Este folleto es, entonces, la palabra de los mismos Constructores y Constructoras de Paz y Reconciliación y está dedicado a ellos y ellas, para que esta historia –que es su historia- regrese a sus comunidades y fortalezca sus esfuerzos cotidianos por construir una paz justa y digna para todos y todas.
Aquí compartimos algunos textos de su palabra tejida con los distintos colores de quienes han aportado en este caminar colectivo. Va con nuestra admiración y gratitud porque la semilla que sembramos juntos hace ya más de 13 años crece cada día y abona al mantenimiento de la autonomía de los pueblos indígenas y campesinos.
Nuestro actuar como Constructores y Constructoras de Paz y Reconciliación
Nuestros trabajos por la paz
En estos 13 años hemos aprendido que, frente a los conflictos, lo primero es trabajar por la paz desde nosotros mismos, nuestras familias y nuestras comunidades. También hemos aprendido que el cambio tiene que nacer de cambiar nuestro pensamiento y escoger la paz como opción de vida. Esto quiere decir que nosotros elegimos hacer acciones pacíficas para construir la justicia y la paz.
Hoy sabemos que no podemos escapar de los problemas, que siempre van a estar presentes en nuestra vida y que por eso es importante capacitarnos constantemente. Y hemos aprendido que es en los conflictos donde agarramos fuerza y nos unimos para, juntos y juntas, salir adelante.
Para llegar a estas conclusiones, los encuentros anuales han sido muy importantes para nosotros. Nos han dado la oportunidad de conocernos, de compartir nuestras experiencias, de aprender unos de otros, de conocer nuevas herramientas de transformación de conflictos y de reflexionar qué paz es la que queremos para nuestras comunidades, zonas, grupos y familias.
Ser constructor de paz no es una tarea fácil. Hemos aprendido que no significa que nosotros tenemos que resolver los problemas. Nuestra tarea es estar en medio de las partes en conflicto para ayudarlas a que encuentren ellos mismos la solución. Es el mismo pueblo el que da rumbo para salir de los conflictos.
Nos da fuerza mirar que hemos hecho muchas cosas en estos años, como Constructores y Constructoras de Paz y Reconciliación. Algunos de nuestros trabajos han sido:
• Dar palabra en asambleas de comunidad, pueblo o iglesia para aclarar cómo se construye la paz o cuando hay problemas para orientar y participar en comisiones para resolver conflictos.
• Ayudar a analizar los conflictos que viven nuestras comunidades o grupos usando las herramientas que hemos aprendido.
• Ayudar como mediadores, donde nos invitan, para que haya diálogo entre las partes que tienen problema y para que analicen su problema.
• Buscar alternativas pacíficas para los conflictos, dar talleres de prevención de conflictos, formar mesas de paz y reconciliación, hacer reuniones de las comisiones de reconciliación.
• Visitar y dar consejo a personas o familias que tienen problemas. Dar pláticas de cómo construir la paz a las familias, a los niños en los grupos de catequesis infantil y a los jóvenes.
• Aclarar la importancia del respeto de nuestras diferencias.
• Hacer trabajo de reconciliación para que haya tranquilidad entre las partes. Ayudar a buscar soluciones justas para los problemas, usando las herramientas de Transformación Positiva de Conflictos
• Cuando somos parte de un problema de manera personal, acercarnos a la otra parte para hablar y aclarar.
• Animar las luchas pacíficas desde nuestras comunidades para que cuando haya problemas se evite la violencia.
• Participar en los encuentros de cada año de Constructores y Constructoras de paz y Reconciliación para analizar qué nos falta realizar para lograr la paz. Y compartir en nuestras comunidades y zonas lo que se ve en cada encuentro y cumplir nuestros acuerdos.
• Seguir capacitándonos para ayudar a nuestras comunidades, grupos y familias a transformar positivamente los conflictos. Y para que si no podemos arreglar un problema cuando menos no lo hagamos más grande.
El trabajo de Coreco ha sido una bendición para las comunidades y para la Diócesis… Ha sido un caminar de muchos aprendizajes. La forma como se va entendiendo el conflicto deja un aprendizaje para la vida.
Es importante saber que en otras comunidades hay personas preocupadas también por transformar los conflictos, esto es motivo de esperanza.
Yo los animo a que nunca dejen este camino. No es fácil. Tenemos que enseñar a otros cómo andar por este camino.
Cada día vemos más conflictos, más violencia. Pero siempre hay otro camino diferente de la violencia, para seguir caminando. Le pido a Dios que mantenga animado su corazón.
En este caminar recordamos a jtatic Samuel y al hermano Felipe.
Aprendimos mucho de ellos. Su espíritu y su fuerza siguen presente en nuestro corazón.
(Padre Armando, parroquia de San Fermín, La Independencia.)